La importancia de la comunicación en la UCI

Hoy es el cuarto día  que estoy con esta paciente y me gustaría tratar algo fundamental en los pacientes sedados e intubados que se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos: LA COMUNICACIÓN.

Los dos primeros días, la paciente se encontraba totalmente sedada y no respondía a ningún estímulo.

Hoy como todos los días cuando llego, he ido a ver a la paciente y la he llamado por su nombre. Me ha respondido abriendo los ojos y moviendo la cabeza. La  he preguntado que si estaba mejor y ella me ha hecho con la cabeza que no. 

La notaba rara. Me quedé observando un segundo su cara, sus gestos y movimientos. Me estaba intentando decir que se encontraba incómoda en esa postura.

Una vez acomodada, la he querido animar en esta lucha diaria y la he dicho que lo está haciendo muy bien, que se encuentra un poco mejor y que tiene que continuar con muchas fuerza y ganas.

No sé si realmente está orientada y entiende lo que la digo, pero me gusta hablarla porque pienso que, hasta el que está con la sedación más profunda, puede escucharnos y necesita ánimos para continuar luchando y no sentirse sólo.

Ella me mira y me hace comprender que entiende lo que la digo y yo con eso estoy más que satisfecha.

También, intento siempre hacerla alguna muestra de cariño, como cogerla de la mano, para que se sienta más tranquila y segura.

Esto es un ejemplo de la importancia que tiene en estas situaciones, la comunicación no verbal con los pacientes. Es fundamental, pararnos un minuto y observar atentamente al paciente e intentar descifrar que es lo que está intentando decirnos con su mirada, sus gestos…

Este tipo de comunicación es muy difícil pero necesaria. Muchos de los profesionales olvidan que también forma parte del cuidado que tienen que darle al paciente.

Es necesario crear una esfera de empatía y confianza con el paciente y, también, con sus familiares, a los que muchas veces olvidamos que forman parte del cuidado de nuestro paciente.

La situación de las familias con pacientes en la UCI es muy complicada: no pueden estar junto a sus familiares en esos momentos tan difíciles, se encuentran atemorizados al verlos conectados a tantas máquinas, sedados…

Vuelven cada tarde con la esperanza de recibir buenas noticias, algo que les dé alguna esperanza.

Mucha de la ansiedad  y angustia que presentan los familiares, se debe también, a la falta de información que reciben por parte de los profesionales (ya que únicamente se les informa del estado de salud de su familiar por la mañana).

Por eso, muchos familares aprovechan su tiempo de visita, para preguntar al enfermero/a, como se encuentra su madre.

Aunque, legalmente el profesional de enfermería no puede informar a los familiares del estado de salud de su paciente, en muchas ocasiones lo hacen, para reducirles esa angustia e incertidumbre.ç

Siempre que lo hacen, observo en los profesionales gran delicadeza y empatía. Les informan teniendo mucho cuidado en todo lo que les dicen para no darles falsas esperanzas, dejándoles muy claro, que su situación es estable en esos momentos pero que puede variar en cuestión de tiempo, a peor o a mejor.

Igual que no hay que darles falsas esperanzas, tampoco hay que hundirles, sólo hay que decirles que es una situación complicada en la que tienen que estar preparados para todo y, sobre todo, tienen que tener mucha paciencia porque se trata de casos lentos que necesitan mucho tiempo.

La verdad que mantener una comunicación en estas circunstancias es muy complicada, pero una vez conseguida, es, a su vez, muy gratificante a nivel personal.

La comunicación, es uno de los pilares fundamentales en esta profesión. No es algo que te enseñen en la carrera sino que lo vas aprendiendo por medio de las experiencias que día tras día afrontas en la vida.