sábado, 10 de noviembre de 2012

Neumonía asociada a ventilación mecánica (NAV)

Como hemos hecho referencia sobre la neumonía asociada a la ventilación en numerosas entradas anteriores, creo que es preciso dedicar una entrada de este blog exclusivamente para explicar qué es y qué medidas se llevan a cabo en las Unidades de Cuidados Intensivos, para reducir la incidencia de dichas neumonías.

En la UCI del Hospital de Fuenlabrada, llevamos a cabo todas las medidas explicadas a continuación con cada uno de nuestros pacientes día a día en cada turno.

Es fundamental que todo el personal sanitario sea consciente de la importancia del cumplimiento de todas y cada una de las medidas creadas para intentar "acabar" con esta neumonía que aparece en pacientes intubados con ventilación mecánica.



NEUMONÍA ASOCIADA A VENTILACIÓN MECÁNICA


La neumonía asociada a ventilación mecánica (NAVM) es aquella que se produce en pacientes con intubación endotraqueal (o traqueotomía) y que no estaba presente, ni en periodo de incubación, en el momento de la intubación (se incluyen las neumonías diagnosticadas en las 72 horas posteriores a la extubación o retirada de la traqueostomía).

La neumonía asociada a la ventilación mecánica es la principal infección adquirida en las Unidades de Cuidados Intensivos.

 La neumonía nosocomial es la principal causa de muerte debida a infecciones adquiridas en el hospital. El 20% de los pacientes intubados y hasta e1 70% de los pacientes con síndrome de distrés respiratorio agudo desarrollan neumonía asociada al respirador. 

En pacientes intubados y ventilados mecánicamente, la incidencia de neumonía asociada a ventilación mecánica es del 1% por día durante el primer mes de ventilación mecánica. La tasa de mortalidad de la neumonía asociada a ventilación mecánica puede superar el 50%, especialmente si en la infección participan microorganismos multirresistentes, como estafilococos resistentes a meticilina (MRSA), Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumanii, que son particularmente frecuentes en pacientes que han recibido previamente terapia antibiótica por neumonía asociada a ventilación mecánica.

Para reducir la incidencia de este tipo de neumonías se han creado una serie de pautas a seguir:


1.       Formación y entrenamiento adecuado de manipulación de la vía aérea

Un punto esencial en la formación continuada del personal sanitario sobre las mejores prácticas basadas en la evidencia científica disponibles sobre todas las medidas dirigidas a la prevención de la NAVM.

Aspiración de secreciones bronquiales:

La aspiración de secreciones bronquiales es necesaria en pacientes con intubación endotraqueal, para eliminarlas y mantener permeables las vías respiratorias.

Para su realización se recomienda:
  • Utilizar medidas de barrera para evitar infecciones cruzadas: guantes estériles, mascarilla y gafas.
  • Utilizar sondas desechables.
  • La manipulación de las sondas de aspiración debe ser aséptica, utilizando guantes estériles.
  • Se debe hiperoxigenar al pacientes hipoxémicos antes, entre aspiración y al final del procedimiento.
  • Evitar la instilación rutinaria de suero fisiológico a través del tubo endotraqueal (TET) antes de la aspiración de secreciones bronquiales.
  • A la hora de seleccionar, la sonda de aspiración debe tener un  diámetro adecuado: la mitad de la luz interna del tubo endotraqueal, así conseguiremos que la técnica sea lo menos traumática posible.
  • La aspiración se debe realizar al retirar la sonda del tubo endotraqueal, durante un tiempo máximo de 15 seg y el número de aspiraciones no será mayor de 3.
  • La aspiración orofaríngea siempre se realizará al terminar la aspiración de secreciones bronquiales.
 
2.       Realizar una correcta higiene de manos

El lavado de manos antes y después del contacto con el paciente, junto con el uso de guantes, es una de las medidas más eficaces para la prevención de la NAVM.

Siempre se debe hacer una higiene estricta de las manos con soluciones alcohólicas antes y después de manipular la vía aérea.

La Campaña americana "The 100k lives campaign", con una cumplimentación mayor del 95% del paquete de medidas, demostró una reducción del 59% la tasa de neumonía asociada a ventilación.

Se recomienda realizar el lavado de manos antes y después del contacto con cualquier parte del sistema de terapia respiratoria, después del contacto con secreciones u objetos contaminados con estas aunque se hayan usado guantes, antes y después de la aspiración de secreciones y antes del contacto con otro paciente.

Es muy importante recordar que el uso de guantes no  reemplaza el lavado de manos y no evita la trasmisión de microrganismos.


3.       Control de la presión del neumotaponamiento

Se debe controlar y mantener de la presión del neumotaponamiento entre 20-30 cm H2O.
Valores por encima de dichas cifras podrían provocar lesiones en la mucosa traqueal y, por el contrario, valores inferiores causarían fugas y un alto riesgo de NAVM.


4.       Higiene bucal

La boca ofrece una puerta abierta a la colonización bacteriana y en el caso del paciente con intubación orotraqueal, las bacterias que colonizan la orofaringe pueden descender a la vía respiratoria inferior.
Una higiene bucal exhaustiva con clorhexidina en el paciente con ventilación mecánica, contribuye a disminuir la incidencia de NAVM.

Algunas recomendaciones son:
  • Previo a la higiene bucal, se debe controlar que la presión del neumotaponamiento sea  > 20 cm H2O.
  • Siempre que el estado del paciente nos lo permita, mantendremos la cabecera elevada para realizar la higiene bucal.
  • Realizar un lavado de la cavidad bucal de forma exhaustiva, por todas las zonas (encias, lengua, paladar, etc.) irrigando la cavidad bucal mediante una jeringa con clorhexidina 0,12-0.2%, aspirando posteriormente.
  • Frecuencia de la higiene bucal c/ 6-8 horas.

5.       Evitar, siempre que sea posible, la posición de decúbito supino a 0º

Fisiológicamente, la posición semi- incorporada favorece la ventilación espontánea y disminuye la posibilidad de aspiración de secreciones  orofaríngeas y gástricas.

Esta posición reduce la incidencia de la neumonía, sobre todo, en pacientes con nutrición enteral.
Se recomienda la elevación del cabecero entre 30- 45º y su comprobación cada 8 horas y tras cambios posturales.




6.       Implementación de procedimientos destinados a disminuir el tiempo de ventilación mecánica

La intubación y ventilación mecánica aumentan el riesgo de neumonía, por lo que se debe evitar, siempre que sea posible, teniendo como alternativa la utilización de VM no invasiva.

Para ello se valorarán diariamente  la retirada de la sedación en pacientes estables y la posibilidad de extubación lo antes posible, ya que la VM prolongada aumenta aun más el riesgo de neumonía.

La reintubación, también es un riesgo de desarrollo de la NAVM. Para disminuir la incidencia de reintubación se deben evitar las extubaciones fallidas y retiradas accidentales del tubo endotraqueal, utilizando correctamente protocolos de desconexión de la VM.


7.       Evitar cambios rutinarios

No se debe realizar cambios rutinarios de tubuladuras ni tubos endotraqueales porque se ha comprobado que incrementan la incidencia de NAVM.

Las últimas recomendaciones, aconsejan no cambiar los intercambiadores de calor y humedad antes de 48 horas, excepto si están sucios.


8.       Descontaminación Selectiva del tubo Digestivo (DDS)

La descontaminación selectiva del tracto digestivo es una estrategia profiláctica dirigida a prevenir las infecciones endógenas en los pacientes que requieren VM.

Muchos estudios, indican que esta medida es la que mayor impacto positivo tiene sobre la incidencia y la mortalidad de la NAVM.

En algunos países esta medida no se ha incorporado de manera sistemática por el riesgo potencial de provocar resistencias bacterianas.

El proyecto de neumonía Zero recomienda:


- La administración de antimicrobianos tópicos no absorbibles más antibióticos sistémicos.

- Los antimicrobianos tópicos, incluyen una combinación de antimicrobianos no absorbibles que se administran como la pasta oral y  una solución digestiva.
  • La combinación más frecuente está compuesta por polimixina E, tobramicina y anfotericina B.
  • En pacientes con riesgo de NAVM por SAMR, puede añadirse vancomicina a la combinación de antibióticos.
- Administración de la pasta oral:
  • Previo a la administración de la pasta oral, se realizara la higiene bucal exhaustiva con clorhexidina 0,12%-0,2% y se retiran los restos de la pasta.
  • Extender la pasta oral por las distintas zonas de la boca (encías, paladar, lengua, etc.) mediante la aplicación directa con los dedos, una torunda o el cepillo.
- Administración de la solución digestiva:
  • Si el paciente tiene sonda enteral, se administrará a través de esta, 10 ml de la solución, lavando la sonda antes y después con 20 ml de agua.





9.       Aspiración de secreciones subglóticas

El tubo endotraqueal dispone de un orificio dorsal por encima del balón de neumotaponamiento que permite aspirar las secreciones traqueales que se acumulan en el espacio subglótico del paciente y así evitar que las secreciones orofaríngeas desciendan a las vías respiratorias inferiores, provocando una NAVM.

La aspiración de secreciones subglóticas se realizará de manera continua o intermitente mediante un sistema de aspiración que conduzca las secreciones a un reservorio. 

Se recomienda:

Verificar la permeabilidad del canal subglótico cada 8 horas. Si no esta permeable, se puede inyectar a través del canal 2 cc de aire, previa comprobación de la presión del balón.
La presión de aspiración recomendable no debe superar los 100 mmHg.



10.   Antibióticos sistémicos (durante 2 días) en pacientes intubados con disminución del nivel de conciencia

La administración de antibióticos sistémicos profilácticos en el periodo de peri-intubación para evitar la aparición de la NAVM ha tenido resultados controvertidos, demostrando en algunos estudios beneficios y en otros, por lo contrario, un aumento de incidencia de neumonías por microrganismos multiresistentes.

Esta medida únicamente efectiva en la prevención de las neumonías precoces, causadas principalmente por microrganismos endógenos.

Sin embargo, la administración de antibióticos puede tener beneficio en subgrupos de pacientes considerados de alto riesgo  (TCE grave, cirugía cardiovascular) y, generalmente, durante las 24- 48h siguientes a la intubación, cirugía o traumatismo.

El proyecto recomienda:
  • Ceforuxina 1,5g /8horas o Amoxicilina clavulánico 1g /8 horas. En las primeras 48 horas tras la intubación.
  • En caso de alergias: Tobramicina y Vancomicina.


Gracias a esta búsqueda específica sobre las neumonías asociadas a ventilación mecánica y todo lo que nos han enseñado las enfermeras y auxiliares de la UCI, he podido primero saber que existe este tipo de neumonía,  conocer realmente, la gravedad que con lleva su aparición y, en definitiva, hacerme consciente de la importancia de cumplir estrictamente cada una de estas medidas.


Bibliografía:


- Prevención de la neumonía asociada a la ventilación mecánica. Módulo Formación "Neumonía Zero". Ministerio de Sanidad, política social e igualdad. URL disponible en: http://hws.vhebron.net/Neumonia-zero/descargas/Diapositivas_NZero.pdf



- Calzada Palacios L. Neumonía asociada a ventilación mecánica. Un reto para las Unidades de Cuidados Intensivos.2012. URL disponible en: http://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/565/Calzada%20Palacios%20L.pdf?sequence=1

2 comentarios:

  1. Un recorrido amplio sobre la neumonía asociada a ventilación mecánica.

    ¿Cual es tu opinión al respecto de la utilización sistemas cerrados para la aspiración de secreciones?

    Un saludo.

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  2. En mi opinión los sistemas cerrados para la aspiración de secreciones deberían ser utilizados en todos los pacientes (salvo en casos que estuviera contraindicada) por varios motivos:

    -Permite la aspiración de secreciones las veces que sea necesario sin necesidad de desconectar de la ventilación mecánica.
    - Reduce la posibilidad de hipoxia y alteraciones hemodinámicas provocadas por la aspiración.
    -Minimiza el riesgo de infecciones cruzadas entre el personal y el paciente durante el proceso de aspiración (pacientes con tuberculosis activa, infección por Staphylococcus aureus, etc).
    -Disminuye la probabilidad de desarrollar neumonía nosocomial, al manipular menos la vía aérea.
    -Reduce el tiempo invertido por las enfermeras en el proceso de aspiración.
    -La ventilación ininterrumpida reduce el estrés del paciente y del personal de enfermería.

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